viernes, 26 de febrero de 2016

Desayuno con Superman y Batman


He pasado mucho tiempo encerrado en la casa en la que vivo (alquilado) intentando descubrir y buscar mi salvación a la locura y el sufrimiento de la agorafobia y la ansiedad.
Me he convertido en ermitaño y la gente a mi alrededor ya no causa emoción en mí. Antes quizás fuese más tímido, podía tener un arrebato, como cualquier adolescente... esperad, me toca la pastilla de la mañana.

Ya está.
Escitalopram, 10 mg. Para depresión y ansiedad/agorafobia.
Omperazol, 20 mg. Para evitar que el ácido Clorhídrico de mi estómago abrase las paredes del mismo.

Por lo siguiente, desayuno artificial para un cuerpo artificial, recipiente de un cerebro artificial con una programación robótica...
Play Station 3 conectada al ADSL de 10 mb de Movistar, lo suficiente como para descargarme DC Universe Online y crear a mi propio superhéroe, lo cual confieso, no me disgusta. Además, el juego es gratis. Gracias DC Comics, gracias Warner Bros.

A propósito de esto, he visto el vídeo de entrada del juego. Están los malos y buenos peleando unos con otros hasta que llega Superman y les da pal' pelo justo antes de ser empalado por Lex Luthor. Hace trece años te hubiera dicho que lo siento por Superman, pero ahora te puedo decir que entiendo a Lex Luthor.
No es que esté en contra de Superman, él (el personaje) es un gran tipo. Primero, debo hablar de él y contarte algo que quizás no sepas acerca del héroe de cómics más famoso de todos y que considero de vital importancia.
Superman es el tío perfecto, tanto físicamente como a nivel moral. No hay fallas en él. Mucha gente ha criticado esto. Se supone que Superman es criticable porque en cierto sentido es una exaltación del ego. A fin y al cabo, él parece 100% humano, pero no lo es. Tiene más fuerza en los párpados que cinco grúas juntas. Hasta ahí bien.
El tipo que diseñó a Superman, Jerry Siegel, era un muchacho judío que había llegado a Nueva York procedente de Europa, mucho antes de 1939, cuando empezara la Segunda Guerra Mundial y todo lo que eso conllevó. Luego hablaré en profundidad, de momento centrémonos en el joven Siegel.
Su padre fue asesinado de forma brutal y durante su infancia vió muchas injusticias cometerse sin que nada ni nadie pudiese impedirlo. Pues bien, él diseñó a un tío que fuese capaz de dar por culo a todos los hijos de puta de su momento que de alguna forma u otra pudiesen hacerle daño a gente inocente o físicamente inferiores. Para que se me entienda, es como si eres un gafapasta y te hacen bulling (o como se diga) en la escuela y no ves a nadie detrás tuyo para defenderte, estás solo y la gente te rechaza... Siegel proyectó todo esto en Superman, pero a la inversa. No creo que él dentro de su cabeza quisiese ser Superman, aunque técnicamente ambos tenían la misma condición: eran inmigrantes. Sí, como lo oyes. Uno de los mayores símbolos de la cultura Estadounidense es técnicamente un “Alien”. En Estados Unidos, cuando dices “Alien” puedes hacer referencia tanto a los extraterrestres como a los inmigrantes ilegales. ¿No lo sabías? No es cuento, te digo la verdad.
El caso es que Superman, quitando el hecho de que era inmigrante, estaba diseñado o mejor dicho nació en la mente de Siegel como un consuelo, el Wonderwall de Noel Gallagher, el refugio alque sujetarse cuando todo era una mierda, básicamente. Joe Shuster, co-creador de Superman, lo dibujó, lo hizo “guapo”, pero escencialmente, el creador fue Siegel. Lo que es Superman al fin y al cabo, es el Súper-hombre (de ahí el nombre) de Nietzsche, algo jodidamente irónico si consideramos que -según dicen algunos- la ideología Nazi se nutrió en gran medida de las ideas del Súper-hombre de este filósofo alemán. Yo no estoy de acuerdo. En lo único que convergen es en el nombre, el “súper-hombre” en el caso de Nietzsche era una cuestión moral, de inteligencia o ética, algo puramente filosófico. El Superman de Siegel es un tío “bueno”, él da palizas a los “malos”, pero con la premisa de no matar a nadie. No es tan perfecto en el modo en el que Nietzsche ve las cosas, ya que en el fondo es un blando. Paradójico, teniendo en cuenta que es el “Hombre de Acero”. Siegel diseñó a Superman como un consuelo personal. Y para todos esos chavales que desde 1939 hasta el día de hoy lo vemos como a nuestro Heracles (Hércules), al héroe-griego moderno (aunque tiene más de ochenta años) ataviado con un traje que es además su símbolo, porque reconozcámoslo, Superman es un símbolo. Cuando él es “periodista” (Clark Kent) es humano, es débil o mejor dicho, tiene que fingir que es débil. Es como nosotros. Mide 1'90, tiene físico de levantador de pesas, los ojos azules, proporciones perfectas cabeza-cuerpo-pecho-piernas... o lo que es lo mismo, un tío candidato a ser Tronista o Míster Universo, un tío capaz de anunciar colonias caras y calzoncillos por la tele. El tío perfecto en todos los aspectos. De hecho, es hetero...
Sigamos.
Lo que pasa a día de hoy y lleva pasando desde tiempos inmemoriales es que toooodo el mundo necesita su propio Superman. Llámalo Justin Bieber, Back Street Boys (en los 90's), John Cena, Oasis, Michael Jackson, Fidel Castro... estoy hablando de figuras que arrastran miles de seguidores. Son líderes de rebaño. No hay peligro en ellos, ya sean músicos, políticos, personas famosas, actores o actrices de Hollywood. Esto es como cuando ya maduras y entonces (sólo un ejemplo) te haces fan de un boxeador, digamos Pacquiao o cualquier otro gran púgil de nuestra era. Entonces te vuelcas con él: venga a comprar pósters, fotos, ver videos de entrevistas, etc... él es la proyección de lo que tú no eres. Porque él es duro, y tú te identificas con él. Tú eres flojo de cojones, o no, a lo mejor estás fuerte, pero no sabes boxear o simplemente tienes poco aguante. Un día, Pacquiao cae derrotado y entonces dejas de creer en él. Ojo con lo de Manny Pacquiao porque sólo es un ejemplo. No tiene porqué ser un sólo individuo. Puede ser todo un colectivo, por ejemplo, un equipo de fútbol. Eres aficionado al Barcelona, vale... tu vida apesta y no tienes novia, etc, pero al menos tienes al Barça todos los fines de semana, entonces te fanatizas, ellos son tus salvadores, el escudo te tatúas en el pecho... qué te digo más, te lo tatúas en el corazón, y entonces te agarras a a eso para poder tener algo a lo que agarrarte cuando todo es una mierda. Por lo menos puedes decir: “Coño, soy del Barça. Mi equipo golea a menudo y da caña” entonces te consuelas. ¿Lo vas pillando ya, verdad?
Mis mensajes no son tan complicados. Todo lo que necesitas es un ejemplo.
Te puedo poner cinco o seis más, pero creo que a estas alturas ya lo has cogido.
El problema, amigo, es que no siempre tus héroes estarán para tí. Y entonces te toca pelear con Lex Luthor, un calvo envidioso de Superman. Probablemente Lex Luthor sea homosexual, ¿quién puede negarlo, confirmarlo? ¿No tiene acaso él una obsesión extraña con Superman? Hasta tú, que has sido fan durante años ya comienzas a sospechar...
o te pongo otro ejemplo del tipo “te voy a arruinar la infancia”
La relación de Batman y Robin... es bastante perversa, ¿no?
Para un niño de cinco años no. Él no puede ver a Bruce Wayne, él sólo ve el traje. Al chaval no le importa tu puta filosofía de mierda entre las diferencias de álter-egos de Bruce Wayne y Batman, él sólo se interesa por Batman. Porque es un tío guay. Porque es fuerte, tiene coches alucinantes, y tiene un valor que ya quisieras tú tener. Pero Batman mola, más allá de su sexualidad, porque él sí es humano, y aún así lo da todo en el momento de luchar.
Superman es más barato y sencillo porque para empezar, él es prácticamente indestructible. ¿Qué puede afectarle a él, más allá de la kriptonita? Un tío que puede volar, que se afeita (ojo) con rayos láser que emite con sus propios ojos... guau.
Pero Batman no cuenta con eso. Batman se lastima. No estoy tratando de mandar un mensaje del tipo “Batman es mejor” ni nada, sólo estamos pasando un buen rato, yo escribiendo y tu leyendo, interiorizando.
Estoy haciendo esto porque quiero que sepas, como ya dije hace un rato, que no siempre tendrás a tus héroes a tu lado. O peor incluso, aún teniéndolos, verás que no son infalibles. Entonces, tarde o temprano, tendrás que salir al frente, dar un paso adelante y pegarte con el que intente joderte, no tiene porqué ser físicamente, siquiera una pelea moral ya jode bastante. Tú lo sabes, yo lo sé, todos lo sabemos. Entonces la pregunta es, ¿estás preparado para librar tus propias batallas?
El mundo que te rodea es bastante duro, por si aún no te has dado cuenta. Puede que tengas tu casa, tu novia, tu cola-cao a las siete de la mañana y un sueldo de puta madre a fin de mes, pero no estás asegurado. Todo puede irse al carajo en un dos por tres. ¡Zas! Y todo desaparece. El mago de la miseria se ha encarnizado contigo y te ha dado tal paliza que no puedes sino arrastrarste por el suelo. No basta con tener músculos, y si los tienes, dime, ¿para qué los usas? Yo entreno para resistir, hermano. Yo no me drogo, ni fumo ni bebo, pero no por eso soy mejor, de hecho, es por eso que estoy tan enfermo. Porque he descubierto que en el fondo todos estamos más o menos igual de jodidos y buscamos todo el tiempo a nuestro Muro de apoyo infalible (El Wonderwall de Noel Gallagher) pero no siempre estará allí. Algún día estarás solo, y entonces... ¿tendrás la fuerza suficiente para resistir? El mero hecho de vivir y con-vivir (ojo) ya es un reto. Tienes que encajar. Tienes que estar guapo. Tienes que ser popular. Tienes que tener una polla de 25 centímetros y un six-pack. De otro modo, serás uno más. Uno de la masa residual. Entonces, te sentirás hundido, pequeño... ¿qué remedio quieras ahora? No te queda nada ya. Levántate de una puta vez y asume que estás dentro de una jungla de cemento y cristal. Tienes que pelear y defender a los que te quieren. Tienes que ser tu propio súper-héroe.

miércoles, 24 de febrero de 2016

El mensaje del regreso (Tohren) Saga de los Guerreros


Mira, porque he venido aquí, he tocado a tu puerta para darte un mensaje, pero quizás no sea el mensaje que esperas. Puede que ni siquiera sea cierto. Y no sabes si alguien me ha enviado a tí o a sido mi propia voluntad la que me ha traído hasta tu hogar. Yo nada te vendo más que la salvación personal, la mía. Puede que no funcione para tí, pero te la ofrezco como prueba de mi amor porque en el borde del abismo pasé de ser duro a ser tierno. Y cuando enfermo, bajé mis brazos, y pedí ayuda, y ayuda me dieron. Para que pueda yo dormir, ahora te la devuelvo, a tí, aunque no te conozco, porque quienes me ayudaran ya están muertos.

El pueblo de Anharia quedó devastado tras la segunda guerra con GrossBlau y al regreso de los capitanes rotos en cuerpo y en orgullo no quedó en pie nadie que se sintiese en el derecho de hablar. Nadie excepto un viejo loco que de malas suertes vividas tenía por rostro un mal lienzo, y las llagas en su cuerpo hacían más volumen en el mismo que sus propios músculos y huesos. Y he aquí que este viejo anómalo para su tiempo un día fue alimentado con un poco de agua y pan, y de estas dos fuentes sacó el nutriente para hablar, y así empezó pues, a orar, entendiéndose esta acción como el acto de en público hablar. Al principio su mensaje era tosco y absurdo, carecía de sentido o simplemente aparentaba pertenecer a otro tiempo. Que era para todos mancha inocua en la ciudad arrasada por las llamas de la guerra, un conjunto de músculos y huesos gastados por el tiempo, una voz ronca y seca como la de un adicto, pero dentro magnetismo que cierto día a uno atrajo consigo, y tras él muchos otros vinieron, para escuchar al buen viejo, que de sabiduría empapado se hizo instrumento de ésta y lanzó al viento unas dos o tres verdades que escurrió entre sornas y cuentos. Helo aquí, muerto, difunto, sólo siendo breve epígrafe del libro más grande jamás escrito, y ante la pregunta del significado de su existencia, díjole al público:
Nunca fui a por vosotros para agobiaros con mis lamentos, pero el pueblo se ha alejado de sus principios y ha abrazado la desolación que para nosotros buscaran nuestros adversarios durante mucho tiempo, pero yo he hablado sin cesar desde el primer día de regreso, y vosotros, aunque escuchabais, nada podíais entender, porque vuestro oído había sido herido por el ruido de los gritos y lamentos. Ahora que han sanado y vuestro corazón se haya dispuesto, venís a mí con la sed de los primeros y queréis que os diga cuál secreto tengo, más de eso, me temo, nada tengo, tan sólo la voluntad para haceros recordar quién fuisteis un día, y quienes volveréis a ser. Lustrad los yelmos, afilad los aceros, preparad el corazón y los nervios, que este pueblo ha de levantarse y recobrar lo que es suyo y de nadie más objeto.

Beloved Tohren.

Juan Francisco Pereira,
a 24 de febrero de 2016.

Para Naomy, I


Para Naomi
Sé que es Naomy, pero me gusta irritarte

quizás sea el único sentimiento que consiga lograr en tí
pero lo que hace cuatro años viese en tí como lástima hacia mí hoy lo siento como afecto

Algunas cosas sólo te salen cuando las circunstancias te lo permiten;
como ahora me siento hundido, es el momento de hablar y decir
que nada fluye más que lo absurdo y las mentiras
que todo lo bonito que imaginé y de mí dependía tan sólo es una distorsión de la realidad
Pero nada me importa y nada siento sino frío cuando te pierdo
Si yo avanzo, quieta, levanta tus murallas, cuando te ablandas retrocedo
y vuelta al juego espiral
el cerebro estrujo entre mis puños e (intento) arranco del corazón deseo, más no puedo
Que todo es miseria, digo, y todo rebusco ahora
las palabras precisas y justas para poder llegar a tí
Y nada contemplo más que la muerte, como cualquier otro en el mundo vagando
buscándose a sí mismo o a su Dios personal*
Que perdí hace mucho tiempo devoción por lo material y lo falso espiritual, y he aquí mi oda;

Sin esculpir ni tallar, bruta, desde la tierra de mi mente

Que el corazón hable su lenguaje espiritual, que la mente lo descifre y así envíe a las manos la orden
para transformarlas en palabras
Y que, oyendo mi voz en el blanco papel plasmadas, lleguen a tí ya sea en la calma o tormenta
mi mensaje no tiene un orden lógico, es caótico y carece de estructura
pero tú sabes que es hermoso
Porque a veces es muy simple y a veces muy complejo; no siempre puede entenderse
y estoy loco, lo admito
Pero nada de eso me importa siempre que el precio sea tu distancia
pues no anhelo nada más que tenerte cerca en todo sentido, tiempo y espacio
Ven a mí o abre, porque he arrancado de mí escudo y me he expuesto
a los fuegos y crudos inviernos que me golpeen en el rostro
a todas las fuerzas que hagan de mi paso un lento proceso, el avance hacia ninguna parte
siento que muero, pero condeno el negocio de mi tortura, porque siempre renazco para volver a sufrir
y cuanto por tí sintiese no era más que una barca, navegando en un océano
En el momento del amor fraterno, grácil velero, en la tempestad del odio un trozo de madera inerte
al cual sujetar mi cuerpo

El miedo a perder lo que no se tiene. Vaya estupidez.
Anoche murió un hombre, ahora es sólo un cuerpo muerto. Que de amores y paz hablaba, ni caso, un loco menos.
A-las bestias echad el resto y nutríos con lo que de él quedaba, que es nada más que ponzoñosa materia
y heme aquí, dolido, al descubrir que las rosas que se llevan al entierro no son para aplanar el camino del que parte hacia su cielo o infierno, sino para tapar el putrefacto olor que desprende su cadáver
Todo es desorganización, y nada está sujeto.
Lo que parece ser firme es en realidad un punto pivotante en un gran universo, pero que yermo y vacío imperio de soledad
Mira conmigo las estrellas, tierna locura, y abrázame, porque así te lo estoy pidiendo
que de favores no soy yo adicto al hecho, pero de tí requiero todo y más
Nunca arrastrar tu cuerpo, sino alzarlo como a un ángel y acercarlo a su origen natural
que tienes cura en las manos y tu voz sutura las heridas que se adentran en el pecho
bordes destruidos, estructura cerebral arrasada por la luz artificial
y mucho humo y tiempo muerto, el cuchillo del no-activo mata a este elemento
que toda vida sin tí es período pérfido
Y nunca te conocí hasta que me hiciste daño y yo a tí;
te pegué con la palabra para alertarte del fuego, y si fui cruel en el pasado que me rediman los que se crean en ese derecho
pero nada ni nadie podrá compensar el vacío que a tu falta enlazo
Porque siento que te quiero como no he querido nunca a nadie
Y quizás mañana mismo me arrepienta y todo cuanto diga sea mentira
pero en este presente es todo lo que tengo
Y nada puedo ofrecer más que todo lo que soy, porque cuanto tuviese en el bolsillo he perdido, y el mismo he rasgado con furia
¡qué maldito fenómeno éste que me corroe por dentro! Mi estómago comunica con mi cerebro... quizás todo carezca de relevancia, al fin y al cabo, ¿no es simplemente un proceso bioquímico?
Para quienes así lo vieran tengo yo mensaje mudo, que me importa poco si así fuere, más quiero probar de tu saliva y olor
Y te quiero aquí conmigo, o allá lejos, donde quiera que estés
No me importaría morir si sobreviviese en tu memoria
Y eso es todo lo que me importa.

Te amo, fiera

Juan Fr.

miércoles, 17 de febrero de 2016

Carta de presentación.

¡Hola!

Me llamo Juan Francisco Pereira Rivero.
Nací en Camagüey, Cuba, el 4 de octubre de 1992 a las siete de la tarde exactamente, esto es, un domingo a la hora del gallo en el año del mono de agua. ¿¡Cuántos animales, verdad!? A mí también me soprende.
Volviendo a la seriedad, me complace deciros que esta es mi nueva entrada en mi último blog. Está dedicado 100% a mi trabajo como autor aunque puede incluir otras cosillas como dibujos o videos (quizás en un futuro), de momento es prácticamente todo texto con alguna fotito de vez en cuando porque sé que tanto párrafo sin una foto suele ser aburrido. Incluso para mí, que soy escritor (aún sin debutar LOL) me es pesado el simple hecho de ver un párrafo grande. Puede que porque al verlo incluso desde lejos me traiga a la mente malos recuerdos, o no malos necesariamente, pero sí muy aburridos.
A continuación un brevísimo resumen de mi vida personal:

Nací inconscientemente. Estaba mejor dentro de la tripa de la vieja, pero tarde o temprano hay que salir a batear la bola y no puedes decir "ya si eso mañana, ahora no quiero". El lugar que me vió nacer es el pueblo más limpio y recto de Cuba y uno de los más viejos, por el cual destilo gran amor y al cual siempre tendré en mi corazón... ¿cómo? Ah, la confusión. Resulta que ya no vivo allá. Tenía sangre española y la exploté. O la explotaron por mí, mejor dicho. Nos largamos de Cuba allá por el 2007 o el 2008, ya no me acuerdo bien. De mi infancia en Cuba hablo otro día porque tengo mucho que repescar en mis recuerdos, de mi historia aquí es de lo poco que ahora puedo contar, porque lo tengo más fresco en el cerebro y aprovecho in situ para plasmarlo en este blog, que es un vacío intento de sentir que mi vida vale dos duros ya que no tengo amigos y dos asco. Y pena. Y más cosas que por ofensivas y de mal gusto oídas es mejor omitir en este texto.

Nada tengo mío más que el conocimiento de que algún día he de dejar el cuerpo si es que existiese mi alma como otros muchos han afirmado antes de abandonar sus carnes al efecto corrosivo de las garras de la muerte, y por ello os brindo y obsequio con nada más que mi pura sinceridad.

Pienso que he madurado mucho desde la última vez...

Vale, volvamos a ser serios de nuevo.
Que os quiero, digo, a todos los que estáis al borde del abismo o teniendo de más compartís con los que de hambre se están muriendo, y no teniendo nada que daros os ofrezco mi sinceridad... y mis libros, por los que os pido un par de euros. Este cerebro necesita combustible, y no pienso entrar en la rutina del moralista de mierda que va de santurrón y por detrás se forra el morral con las diezmas que provoca. Hace cuatro años os hubiese vendido remedio para que no os estrasarais o quisierais suicidaros, pero mucho tiempo ha pasado y muchos ataques he experimentado ya como para no haberme moldeado en la firme idea de que el mundo gira y gira y las cosas van pasando sin que yo o vosotros haga nada del todo importante, por lo que ahora mismo me encuentro en un estado de absoluta vaguedad, escribiendo estupideces más o menos hermosas que en un principio no tienen mucho sentido pero que para algunos de vosotros/as (no me olvido de las chicas) puedan tener cierta valía.

Hasta pronto, se despide el que os escribe

Juan Fr. Pereira.

Redactado el 17 de febrero de 2016 a las 23:58 pm. Es bastante tarde, debería hacer algo útil y dormir.
Saludos.